Mi aventura en la pintura al aire libre no empezó con un pincel, sino en un taller. Mucho antes de pintar mi primer lienzo, me fascinaban las herramientas. Construí mi primer caballete en el taller de mi padre, sin saber aún que este pequeño gesto moldearía tanto mi arte como mi trabajo como diseñadora.

Como diseñador industrial y pintor al óleo, siempre he creído que las herramientas adecuadas no solo facilitan la pintura, sino que transforman nuestra experiencia creativa. Al pintar al aire libre, la diferencia entre lidiar con equipos pesados ​​e incómodos y sentirse libre para concentrarse en el paisaje puede ser crucial.

Con los años, fui perfeccionando mis propios equipos, llevándolos en autobuses, trenes, vacaciones y largos paseos por ciudades y campos. Cada boceto, cada sesión de pintura, cada momento de frustración y alegría se reinvirtió en el diseño. El resultado es Pleinair Tools: una colección de sistemas diseñados para pintores que desean viajar ligeros, una instalación rápida y mantenerse conectados con el flujo artístico.

Para mí, estas herramientas son más que productos. Son compañeras en un viaje creativo, nacido de la pasión por pintar al aire libre y de la convicción de que la libertad y la simplicidad son la esencia del plein air.